En el Seminario de Ciudad Real, tras cursar el Año de Fundamentación, los seminaristas pasan a formar parte de la comunidad de Teología.
El Rector del Seminario, que acompaña a la comunidad diariamente, es su formador. Cuenta con la colaboración del Padre Espiritual, otro sacerdote cuya labor principal es atender a los asuntos de conciencia del seminarista y a su acompañamiento personal.
Al pasar a la Comunidad de Teología nos adentramos en una etapa formativa guiada y edifica en cuatro dimensiones que son pilares en la formación sacerdotal. Cada una tiene su proceso y su especificidad. Desde estas cuatro dimensiones se pretende alcanzar el principal y único objetivo: la configuración con Cristo para poder ser pastores que amando y sirviendo al prójimo amen a Cristo, único y verdadero Pastor.
Tales dimensiones son: la formación espiritual, acompañados por otro sacerdote (el Padre Espiritual) que les va mostrando el camino a seguir para conseguir una formación íntegra. La formación espiritual guarda una relación muy estrecha con la formación intelectual y la pastoral, pues lo que se busca es una formación total del alumno. El Seminario de Ciudad Real otorga mucha importancia a la formación pastoral, conviviendo con los educadores del Seminario Menor, saliendo a parroquias de la Diócesis los fines de semana donde se participa en las diferentes realidades de una parroquia, se tiene experiencia de la pastoral familiar, de adultos y juvenil, penitenciaria, de los hospitales etc. La formación intelectual se orienta al estudio de filosofía y de teología durante seis años. El estudio está muy ligado a las otras dos dimensiones ya que cada materia que se estudia tiene aplicación espiritual y prepara el futuro pastoral del sacerdote. Por último, la dimensión restante es la formación humana que pretende moldear la personalidad del futuro sacerdote para configurarlo como hombre de comunión, equilibrado emocionalmente y justo en su conducta, buscando alcanzar una comunión y configuración estrecha con Cristo Buen Pastor.
El conjunto tan distinto de jóvenes que forman la comunidad conforma una pluralidad enriquecedora que consigue una entrega a la vocación sana y comunitaria, con una vivencia alegre que consigue hacer a la comunidad de teología un ejemplo para todo el Seminario.
Este curso la comunidad de Teología está formada por 12 seminaristas procedentes de diferentes pueblos de nuestra diócesis.