El pasado fin de semana, los seminaristas de Ciudad Real, acompañados por su rector, D. Juan Serna, participaron en un retiro espiritual en el Monasterio de la Conversión, de las Hermanas Agustinas, situado en Sotillo de la Adrada (Ávila). La experiencia tuvo como finalidad seguir profundizando en el camino vocacional de cada seminarista, favoreciendo un espacio de silencio, oración y discernimiento.
La reflexión central del retiro estuvo guiada por la hermana Prado, quien introdujo a los seminaristas en el misterio de la filiación divina. A través de una meditación sobre el ser Hijo —sentirse Hijo, vivir como Hijo y comprender el misterio del Hijo— invitó a contemplar a Cristo como camino hacia el Padre. La profundización en la parábola del hijo pródigo ayudó a los seminaristas a entrar en una oración más íntima y confiada, sustentada en momentos de silencio y meditación personal.

Durante el retiro, la comunidad de teología y del curso propedéutico se unieron a las Hermanas Agustinas en la celebración de la liturgia de las horas —oficio de lectura, laudes, hora intermedia y vísperas—, compartiendo así el ritmo cotidiano de oración del monasterio. La Eucaristía dominical fue presidida por el rector del Seminario, D. Juan Serna, poniendo en el centro la acción de gracias por la vocación recibida.
Uno de los momentos más significativos del encuentro fue el diálogo fraterno entre los seminaristas, el rector y la comunidad de Hermanas. En este intercambio, pudieron conocer más de cerca el carisma de conversión, comunión y fraternidad que impulsa la vida de la orden, enriqueciendo así la mirada vocacional y eclesial de los participantes.
El retiro concluyó con un profundo agradecimiento por la acogida y el testimonio de las Hermanas, así como por el ambiente espiritual que acompañó a toda la comunidad, fortaleciendo su camino hacia el sacerdocio.
