El pasado miércoles dos de febrero el Seminario Mayor de Ciudad Real, formado por las comunidades de Fundamentación y de Teología, junto a sus formadores y el director espiritual, marchamos al Monasterio de Santo Domingo de Silos, donde estuvimos unos días impregnándonos de la belleza y lo característico del lugar: el canto gregoriano, la liturgia tan bien cuidada, el arte (sobre todo el Románico, tan bien conservado en su claustro), la naturaleza que rodea al monasterio y por supuesto, la espiritualidad benedictina, que resalta de manera especial el rezo de la Liturgia de las Horas.
Han sido unos días de descanso y convivencia con momentos de oración y retiro.
El viaje a Silos, aparte de marcar el final y el comienzo de un nuevo cuatrimestre en los estudios teológicos, sirve también para formarnos en el canto: recibimos unas pequeñas clases de canto gregoriano y participamos con los monjes en el canto de completas del sábado, última noche que pasamos allí.